Sobre la irrupción artística del 15 de octubre de 2010
“ ¿CON PERMISO? ¡NO! ¡SIN PERMISO!”
Desde enero de 2010 un grupo de artistas de todas partes empezaron a reunirse en el espacio conocido como “El Bosque” de la UCV. Mas no con el fin de gestionar un proyecto en específico, realizar una organización ni, mucho menos, un partido político, sino de compartir un espacio de amistad, mediado por el aprendizaje artístico y la exploración de nuevos conocimientos. Entre ell=s se encuentran poetas, acróbatas telistas, artistas circenses, músicos, pintores, filósofos, artesanos, etc. que cada tarde se encuentran informalmente allí. La misma espontaneidad de la amistad y la asociación libre los ha llevado a dar presentaciones en Barinas, Mérida, Yaracuy, Miranda, Sucre, etc. demostrando que la imposición de estructuras organizativas para regular las actividades no es necesaria si existe un ambiente horizontal y sin restricciones. No se trata de un grupo pues, se trata de una comunidad libre, donde las formas de convivencia no son impuestas o decididas, sino que fluyen con la naturalidad de la amistad. Recuerda un poco al jardín de Epicuro, en la antigua Grecia, donde se veía la participación de cualquiera, sin discriminación alguna (allí concurrían prostitutas, esclavos, niños, etc.), y donde los únicos principios eran la fraternidad y el placer, donde el fin último de las ciencias y las artes es la felicidad humana y la superación del terror a la muerte. En efecto la dinámica del bosque es la interextensión del individuo y de la comunidad en plena correspondencia, sin que una se abstraiga y subsuma a la otra, como suele suceder en los modelos políticos oficiales.
De este modo, el Bosque es el uno de los (gravemente) pocos espacios públicos y al servicio de la comunidad que existen actualmente en la Universidad Central de Venezuela, pues ésta permanece derruida por los conflictos de poder entre ya sabemos quiénes. En efecto la universidad se ha convertido en una mercancía, en un mero título de propiedad, que se disputan los políticos de turno, lo que justifica el constante proceso de privatización y discriminación interna.
Por esto, la necesidad de barrer las nuevas alternativas de asociación, convivencia y aprendizaje no se hicieron esperar por parte de las autoridades que rigen la universidad. En consonancia con la naturaleza limitada y restricta de su estructura, enviaron mercenarios a talar una de las ramas principales del “árbol madre” y a quemar cuatro telas que se usaban para practicar acrobacias aéreas. No obstante, aún cuando esa acción provino de las formas más bajas del poder político- y tal vez por esa misma razón-, no dejó de resultar para la comunidad del bosque una oportunidad para extenderse. La solidaridad de parte de los trabajadores, de algunos estudiantes y profesores, y también de gente otras comunidades, se fortaleció.
El viernes 15 de octubre, SIN PERMISO de las autoridades, sin el financiamiento o la ayuda de ninguna empresa privada, ni el estado, ni ninguna organización política y prácticamente sin nada de inversión monetaria, el Bosque irrumpió la universidad con performance improvisados por toda la comunidad, presentaciones musicales en vivo, muestras circenses, body-paint, poesía, etc. superando toda clase de expectativas y el sincero deseo del rectorado de evitar, por medio de los vigilantes, la protesta. El lema de la actividad nació espontáneamente ante la demanda de los vigilantes por un permiso oficial: “ ¿CON PERMISO? ¡NO! ¡SIN PERMISO!” La actividad culminó con una vigilia nocturna donde siguió expresándose el arte, la amistad y el placer como formas combativas contra la imposición y la restricción a la vida.
La comunidad libre del bosque es una de las tantas experiencias de autoorganización y autogestión de la vida que hoy buscan realizar aquí y ahora un mundo nuevo. Si la dinámica del poder imperante en el mundo es el acondicionamiento de la voluntad del individuo y de la comunidad a la miseria, si la libertad es condenada a un sueño a futuro postlaboral, si la expansión de la vida está restringida por la hegemonía de los intereses económicos y partidistas, si la risa, la felicidad y el placer son contrarios al sistema de valores que nos imponen, entonces nuestra voluntad, nuestra libertad, nuestra vida, nuestra risa, nuestra felicidad y nuestro placer es un combate directo y frontal.
Quedan tod=s invitad=s a explorar el bosque
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